MOJACAR
Un soplo de pasado incierto
me estremece al acercarme al pueblo.
Voy creciendo en las alturas,
superando la arrogancia de sentirme elevada
sobre el resto del mundo,
que se dibuja a mis pies.
Siento que mi ritmo se acelera
y tengo al sol, al cielo mismo,
al alcance de mis dedos.
De repente, un chorro de agua,
que intuyo será fresca y cristalina
me advierte su frescura y sus aromas.
Huele a embrujo y a historia.
Huele a vida lenta, a existencia viva.
Marañas de variopintos personajes
se cruzan al caminar:
Extraños rostros enrojecidos, de cabellos albos,
mujeres morenas, de hermosos ojos de almendra,
mozos fuertes de piel de aceituna,
niños bulliciosos de lustrosas piernas.
Cierro los ojos. Percibo nítido
el eco del galope de enjaezados caballos piafando
con coloridas monturas y poderosos cascos.
Me espían celosías apagadas,
escondidas tras frondosas enredaderas.
Un escalofrío me despierta:
Mojácar me enardece y enamora.
ORACIÓN
Gracias Señor
Por la sonrisa de mi amado
por el abrazo de mi hijo,
por el agua, por las flores,
por la riqueza del mar,
por la vida,
por el generoso regalo de esta magnífica envoltura,
por la tierra,
por las fuentes, por el aire
por la belleza del cielo
por la diversidad….
Gracias Señor.
Perdón
Por deteriorar el mundo que creaste,
por ensuciar a tierra,
por olvidar tu mandamiento más hermoso
por la necedad de nuestros gobernantes
por nuestra vergonzosa ceguera
ante tanta injusticia,
por ser capaces de crear el terror, las guerras,
los maltratos, las hambrunas…
Tú,
Que nos diste todo:
el cielo y la tierra,
la luz y el amor, y el pensamiento
y la palabra -prodigiosa arma en mal uso –
te olvidaste de dotarnos
de un poquito más,
de sentido común.
LLUVIA
No sé hallar las palabras
Para salpicar de caricias tu recuerdo.
Me queda tu imagen;
Un talismán que me seduce a todas horas.
Permaneces junto a mí,
Pero el amor se fue…
Aquella inquietud ¿o fue anhelo?
Se me escapó entre frases jamás comprendidas,
Y me quedé, vacía y rota,
Como azotada por un cruel golpe del destino
Que siempre nos negamos a aceptar.
Se apagó mi sol y mi risa,
Y tu mirada;
Y de pronto, se desvaneció el azul en mi vida.
Entonces llovió.
Agua mansa que calaba la tierra y el alma
Y todo aquel embrujo se empozó en mi piel
Y quedó apresado en mis sentidos.
Me queda tu imagen,
Y al mirarte,
Los recuerdos me arañan,
Y quedo a merced de esa propia maraña
De sentimientos que sembró en mí la lluvia.
DEL MAR
I
Te me llevó la mar.
Te arrebató doliente entre mis brazos
y yo quedé sola,
sin el brillo intenso de luz en tu mirada.
Te llevaron las olas,
con su magia embrujada, en sus devaneos,
y yo quedé sola,
besando la arena que tú habías pisado.
Te llevó la brisa,
el perfume fresco del amor soñado,
y yo quedé sola,
buscando en los ecos el susurro tibio de tu voz amada.
Te llevó la mar,
te llevó la brisa,
te llevó la ola,
y yo quedé sola,
en mi tempestad.
II
Mi corazón se desgrana por los puertos
buscando loca, un amor perdido;
tanto volar como una mariposa
y llegué a posarme justo en lo imposible,
marinero mío.
III
Tu barquito se estremece
suave sobre la mar,
un barquito sin colores,
sin velas, sin un cristal.
Solo un barquito pequeño,
duro y gris como la mar,
cuando se agita con sombras
oscuras de tempestad.
Pero tu barquito chico,
qué bien se deja acunar.
Las olas lo bambolean
¿y no oyes un cantar?
Oye la brisa que llega,
atiende a este vendaval,
que yo te canto una nana
de olas, de azul, de mar.
IV
Y te fuiste, como la arena de la playa
bogando fuerte sobre el mar bravío
y las olas se fueron cerrando en abanico
en un horizonte plomado, infinito.
Y quede en la playa soñando
aspirando el recuerdo de tu aroma.
Me dejé acariciar sin tus brazos por el aire
para sentir frío, para enamorarme.
Te llevó la luna, casi a la alborada
y te busqué en sus pétalos caídos, de plata.
V
¿Para qué soñar contigo
si te estas yendo
en tu barquito sin velas
caminito de la mar?
¿No son acaso mejores
la brisa que te conmueve
el olor que te trastorna
las olas que te embriagan?
¿Pudiera ser marinero
que yo, mujer sola
me transformara en sirena
de voz arrebatadora?
¡Si supieras marinero!
¡Si yo pudiera acercarme
al filo de tu velero!
VI
Hoy me he comprado un vestido
pintado de azul y olas
con un barquito velero,
para que cuando me rodee
de la magia de su encanto
me sienta cerca de ti
en su tela navegando.
VII
Me persigue la angustia como un perro viejo.
El eco de tus pasos, la brisa de tu aroma,
la onda de tu voz, el color de tu pelo…
Me debato errante entre la esperanza y la desesperanza,
¿será acaso que el alma bruja,
adivina tu presencia?
Oigo voces, ruidos lejanos, extrañas presencias.
Me sorprende el cotidiano ser de la casa.
Imagino, sueño, tal vez desvarío.
Apilo los pitillos como aplastando el tiempo,
pero las horas malditas,
quedan presas en el aire.
Se mantiene solo
el galope tortuoso en mi interior.
Las nubes pasan, pero no las horas.
El tiempo,
maldito genio,
se embelesa en el recuerdo.
Se agolpan en la mente
ilusiones imposibles,
locos delirios,
ansias impotentes,
insaciables besos.
todo gira, todo
menos las olas,
que van y vuelven y repiten
su monótono existir.
Algo sucede: está en el aire.
Duele por dentro.
Algo me dice que estás cerca,
quizá el alma,
o acaso ¿será solo el anhelo?
Vuelvo a fallar ¡pobre ingenua!
Ha vuelto a engañarme el fantasma de la pena
LA CHARCA
La charca, espejo abandonado
de la luna dormida,
es quietud eterna
de las aguas tranquilas.
Reflejo infinito
en la plácida alborada,
tapiz arrebolado
de fantástico color,
amor enamorado
del álamo del río.
Canción suave de cuna
acompaña al ruiseñor
y al eco de la brisa
temprana de mañana
frescor de flor al viento
la charca susurró.
Y así con sus canciones,
sus ecos, sus lamentos,
muy quedito se duerme
bajo el radiante sol.
Y llega la mañana
envuelta en alegría
en luz de mil colores
y tierno resplandor.
Y despierta la charca,
para nacer al río,
saltando: espuma y vida…
Las gotas de rocío
se sacian de su amor.
Y así en esta alborada
de transparente velo
sonriendo su anhelo
el río despertó.
LLUEVE
Canción de amor es la lluvia
que acaricia el arbolillo,
de sencilla melodía,
feliz manantial dormido.
Diálogo de amor sonoro
sobre callados ruidos,
de dulces ángeles coro.
Misterio y fragancia unidos.
Vidrio prieto en su hermosura,
gigante de brillo y luz,
lucero libre, frescura,
del grandioso cielo azul.
Lágrimas en transparente
de virginal sencillez.
Sonrisa de paz ardiente.
Semilla de vida es.
La lluvia sigue cayendo.
Descanso de eternidad;
la brisa trae el lamento
de la añoranza del mar.
Sútil, intangible viso
transparencia matinal.
Llueve. Frescor eterno y travieso
que al alma obliga a soñar.
Me están encantando tus poesías… Me he emocionado mucho con la de «a mi madre». Qué bien has descrito lo que se siente al llegar a la » Residencia». Qué bonita la de Cabo de Gata y tantas y tantas…Cuántos años te ha llevado escribir toda esta maravilla? No me imaginaba que tuvieras tantas poesías, cuentos, relatos. Pero lo que más me está sorprendiendo son tus poesías porque LAS ENTIENDO y ME EMOCIONAN. La verdad es que no he leído mucha poesía, entre otras cosas porque me resultaba difícil y la mayoría no las entendía. Gracias por acercarme a ella. UN ABRAZO