Del amor
A CABALLO Quiero que mis pechos sean los bocados de tu boca cuando al paso me acaricias en la sombra de mi alcoba, sobre mis sábanas blancas. Que acaricies mis cabellos como crines en tus dedos y me montes sin estribo henchido de sentimiento, jinete, sobre mi cuerpo. Cuando me beses la boca y las sombras de mis ojos, que sienta sobre mi vientre el trote de tu montura y huela a sudor tu espalda. Para que cuando galopes sobre el centro de mi alma sienta que el paisaje escapa y que el soplo de tu aliento ventisquea en mi mañana. UNA MIRADA Puesto que así me has mirado quisiera responderte desde el insondable abismo de mi queja. Siento tanto dolor, tanto miedo, que no puedo dominar el seco grito que me emponzoña. No hay palabras. No puedo encontrar palabras y ni sé si las hubiera para dar a entender esto, que ni tan sólo yo comprendo, ni comparto, ni deseo sentir siquiera. Este algo tan cruel, tan rotundo que enlosa fieramente cualquier tierno atisbo de esperanza. Son tan obvias mis razones, tan comprensibles mis causas que no puedo tan siquiera dar más luz a lo que es cierto. Comprende que hiere, hiere y mata. TUS MANOS Siento la suavidad de mi cabello, las largas curvas de mi anatomía, mis sentidos abiertos a tus dedos. Mis ojos, que cerrados se abren a infinitos mundos de rápidas ideas. Mi nariz infame, que atrapa el aire todo el aire, todo, hasta asfixiarme. Mis oídos, radares de callados suspiros. Mi boca, gruta honda de acuosas tempestades, mi cuello, hambriento y ávido, convulsos mis hombros, mi costado, mis pechos fuertes, duros, mis manos insaciables. Mi vientre se hunde y gime me eleva, me envenena, la sangre se revuelve, las entrañas tiemblan, los músculos palpitan, los pies aletean. Me siento una sirena resbaladiza y suave entre tus manos tiernas. AYER LA DESESPERANZA Ayer la desesperanza me habló desde el balcón de tus ojos. Un erial de silencios se ha creado entre nosotros. Se han disipado los besos y los recuerdos, se desdibujan como una onda suave en un estanque turbio. ¡Estas tan cerca…. y tan lejos!ECHARLE QUIERO UN PULSO A LA FORTUNA No me engañan los ojos de la luna ni el miedo atroz que siento de perderte ni me asusta la forma de quererte que no me rinde con defensa alguna. Jugar quiero con la diosa Fortuna el derecho a arrebatarle tu muerte. ¡Ojalá que por una vez la suerte no desdeñe mi hazaña inoportuna! Hay un algo en mi alma, hay un calor, que no podrá sofocar ningún pecado ni podrá domeñar ningún dolor. Y juro por lo que haya de sagrado, que solo vivirá por darte amor mi pobre corazón enamorado. DIBÚJAME EN TUS MANOS Ayúdame a quererme queriéndome en tus ojos. Dibuja con tus manos la imagen de mi cuerpo. Da vida a mi alegría amándome en tu risa. Pálpame lento que sepa que estoy viva. Dibújame en tus manos: La imagen hermosa del amor. ¡QUE BONITA ESTÁ LA LUNA! ¡Qué bonita está la luna tumbadita mirándose en su lucero! Una luna grande y bella, hermosa, luna de enero. Así de hermosa me siento cuando me dices. ¡Te quiero! TU CORCEL Volver a ser quisiera corcel entre tus piernas. Pasearte por el amplio placer que tú deseas ser la luna en tu noche, tu brisa, tu marea. Ven. Galopa conmigo. Te llevo a dónde quieras. LA MANO Una mano, tu mano: la mano. Una mano basta para crear. Una mano que sube, que baja, que palpa, que siente, que vibra, que suda, que tiembla, que vive. Una mano que siente, que busca, que ansía, que hiere, que agarra, una mano que arrastra la vida. Una mano, tu mano: la mano.
TÚ NO SABES Tú no sabes porqué lloro, ni yo porqué no me hablas. Ha crecido entre nosotros una imposible muralla. ¡Qué torpes! ¡Hemos dejado que nos venza la arrogancia! Yo me he encerrado en mi isla, tú amurallado en tu casa, y no hay brisa que recorra tan endiablada distancia. Si no derribas tus muros, no saldré de mi montaña, y moriremos los dos prisioneros y sin alma. ÁMAME ASÍ Quiéreme suave. La mar está en calma y no hay olas bravas que agiten mi alma. Deja tu huella en la arena y vendrá la espuma a besarla. Mírame leve. El cielo está límpido. No hay nubes que velen el horizonte y el brillo del sol inundará mi pupila de doradas caricias. Tócame alado. No hay reproches en mi piel y la esperanza es nueva. La caricia de tus besos abrirá feliz mi boca dormida. Siénteme libre. La risa es mi aliada y no hay secretos que enturbien mi ánimo. Quédate sólo conmigo: Un dulce elixir. DESATINO Dos, tres, cuatro ¿qué he bebido? ¿no te engañas? Es bien cierto que mis quejas quisiera esta noche ahogarlas y he cogido la botella intentando destrozarla. Pero es falso que las penas mojadas de alcohol se apagan que resurgen más crueles cuando nace la resaca. Tú allí, yo acá ambos lejos y distantes sin una palabra mansa que nos ate. ¡Maldito Cupido que desprecias una ocasión semejante! Una tormenta de quejas se revuelve fiera en mi alma. Mi boca calla. Mi ser languidece. No digo nada. Espero. La esperanza se acaba. ¡Soy tan fría! Me estremezco al pensarlo. Me doy miedo. Soy tan impenetrable, dura, hosca, fuerte. Ya ves como callo. Mi mandíbula se cierra y se aprieta. Lo más triste….el tiempo pasa. Lástima. El silencio me apresa. Soy su víctima. ¡Qué sencillo sería todo si hubieras dicho que me amas!
QUEJA
Desde hace un tiempo
mi alma se escapa hacia tus ojos.
Mi corazón se nutre
de suaves sonrisas melancólicas.
Chorrea la pena y la desesperanza.
El tiempo, indómito, ha impuesto su ritmo.
Me atrae el mar
como un beso de amante.
Cruel, mi boca, sella
los sentimientos que me invaden.
Ya no me queda paz.
¡Si supiera al menos
prender tus manos
entre las mías
y acariciarlas!
ANHELOS
Ansío,
las palabras que no supe decirte,
los dulces momentos que dejé escapar,
aquellos tiernos ojos que quisieron mirarme,
aquel leve momento en que te pude amar.
Aquellos besos nuevos que no llegaste a darme,
aquellas ilusiones que creé por ti,
aquellas noches vivas, inmensas de tus dedos,
los más breves instantes que dedicaste a mí.
Hoy busco,
tu recuerdo, en la sombra de mi pena,
tus miradas calladas que no sé interpretar;
de tu boca, una palabra, una,
una palabra sola, una palabra más.
Busco la risa clara y la esperanza
la alegría diaria de un feliz despertar,
el azul de mi vida, el azul de mi mar,
el calor de tu risa, la pureza de amar.
Me dejaste sin nada,
me dejaste vencida,
¡si hubiera sido al menos
menor tu soledad!
AMOR PROHIBIDO
¿Por qué sigues llamando
a una puerta cerrada en el olvido?
Quédate cerca, sin llamar.
Deja penetrar tu amor por sus rendijas
que yo tras ellas, sabré cuidarlo.
AYER LA DESESPERANZA
Ayer la desesperanza me habló
desde el balcón de tus ojos.
Un erial de silencios
se ha creado entre nosotros.
Se han disipado los besos
y los recuerdos,
se desdibujan como una onda suave
en un estanque turbio.
¡Estas tan cerca….
y tan lejos!
TORMENTO
¿Por qué si no puedes ser mío,
siento que me perteneces?
¿Por qué, si ya no me miras
me siento nueva, si tus ojos posas en mí?
¿Por qué me basta tu compañía
presencia sólo y ecos de silencios?
¿Por qué, si ya no te amo
pienso tanto, tanto en ti?
Quizá estoy condenada, sin quererlo,
a esta ingrata manera de quererte.
AMBOS
Ambos a cada lado
de un abismo insalvable.
Nos une el puente de los ojos
y las ansias de amarnos locamente.
Sólo güisqui
Para calmar la angustia que no cesa.
Las copas se vacían
con la desesperanza de la risa
que perdimos ayer.
TÚ … Y YO.
Tú:
frescor, volcán, noche, jazmín, sonoro, urbano.
Yo:
tibieza, remanso, alba, amapola, callada, campiña.
Ambos:
soñando libertad, alegría risa, gente, aventura,
sonrisas perdidas en miradas cálidas,
susurros trémulos acariciando el alma,
manos errantes buscándose aladas.
Más
¡no pudo ser!
¡nos venció el destino!
AUSENCIA
Le repito a mi alma apesadumbrada
que el ayer no es nada,
que el presente es nuevo.
No guardo recuerdos,
sólo eternos instantes
embriagados en el lazo de una mirada…
Si no fue amor
¿por qué dueles olvido?
Me queda la pena.
Acabará por irse el sentimiento
y quedaré tan sólo con cenizas.
Se extinguirá la llama con el tiempo,
pero es seguro,
que de algún modo,
quizá sin quererlo,
aún seguiré echándote de menos.
UN PUENTE Sé que sólo fui un puente. Estabas junto a mí, perdido, sin saber qué hacer con tu destino. Yo esperé. Observé. Te miré, y tú aceptaste mi velado mensaje. Te apoyaste en mí, puente viejo y cansado, y lograste cruzar, para seguir tu camino. ¡Lástima del puente que quedó resentido y sólo, y más viejo y cansado! Pero ¿qué importa ahora? Lograste avanzar… Hoy, algo en el aire me ha traído tu aroma, y el recuerdo lástima mis frías piedras. Sé que no debo, pero quisiera ¿sabes? desearía volver a verte en la otra orilla, mirándome, y entonces, que de un pequeño salto vinieses de nuevo a mí, para estremecerme bajo el leve peso de tu cuerpo y sentirte mío, sólo mío, compartiendo entre ambos un segundo… AYER Ayer, misterio: se me rompió el corazón en mil pedazos y al intentar rehacerlo, compasiva, leí tu nombre, y comprendí el mensaje. TUVE MIEDO A TUS OJOS Tuve miedo a tus ojos, al calor de tu mirada, a tus manos ansiosas, a tus sonrisas cálidas. Tuve miedo al ardor que turbaba mi alma. Me negué. No supe navegar contigo. Pero el amor a las olas se empozó en mi alma doliente, como una herida abierta, que aún espera…. TE ME ESTAS YENDO Te me estas yendo como la tarde suavemente, como acaba el día. Aquel amor, nostalgia sin nombre se me empozó en el alma apenas sin vivirlo. Se desgrana el olvido como un rosal marchito pero sigue doliente, muy dentro, el último rayo de sol. DIME PORQUÉ Dime porqué si no fue el amor persigo incesante tu recuerdo. Dime porqué, aún hoy, a solas, debo aprender porqué mi alma se desvanece ante tus ojos. Si ayer no fue nada, y el hoy es nuevo ¿por qué sigo entonces , echándote tanto de menos? JIRONES DE RECUERDOS Dibujo tu imagen sobre el mar en calma, pero se desdibuja el recuerdo en las olas mansas. Pasó la tormenta. El sol sonríe tibio entre las nubes blancas. Hace frío. La brisa extrae de mi cuerpo sinfonías bellas llenas de esperanza.
TAN DIFÍCIL Tan difícil como predecir una tormenta en un cielo de verano. Tan difícil admirar el arco-iris sobre el mar embravecido. Tan difícil ignorar el volcán que se desata por los ojos de quien ama. MI TIEMPO Ayer soñé ser dueña de las horas y jugué a mi antojo con los breves momentos que viví contigo. Me dejé abrazar mil veces por tus brazos en un tiempo nuevo, fuera del destino. Me perdí en tus ojos como una gaviota que toma suave una corriente cálida. De tus manos grandes recogí la dicha que sólo sentí en momentos fugaces. Me enrolé en tus brazos como una caracola y sentí el frescor del mar en tu risa. Y detuve el tiempo un instante largo, y me dormí así en una alborada mía, etérea, intangible, irreal, soñada. RETAZOS I ¡Qué solos estamos! Yo en mí. Tú en ti. ¡Únicamente reproches y frialdad para arroparnos! Y silencios…. Sin miradas… ¡Pena honda! II Desánimo en el alma Y frío en las palabras. Como dos náufragos agonizantes en la desidia de nuestras pobres ansías. III Casi sin darme cuenta He dejado de quererme. ¡Pobre! IV Una tormenta de quejas revuelve fiera en mi alma. Mi boca calla. Mi ser languidece. No digo nada. Espero. La esperanza se acaba. V Frialdad. Soy dura, tosca, fuerte. Impenetrable. Y callo. El tiempo pasa. Lástima. Me apresa. Soy su víctima. ¡Qué sencillo sería todo Si hubieras dio que me amas! VI Te siento. Cuando estas cerca te tengo. Si no estás, permaneces en la huella de mi almohada, en el olor de tu aroma que se expande por la casa, en los detalles simples, por los que te echo de menos, en tu ausencia, que late como un corazón vivo, en el mío que te añora. en los recuerdos…
DE TU MIRADA Aún resuenan en ni pena los ecos de nuestros pasos en las desiertas calles de la noche. Alguna estrella se refleja en tu mirada. Perdidos, compartimos una dulce ansiedad. Mi fatal cobardía se alió al destino y me quedé sin ti, sola con tu ausencia. No hubo palabras, ni besos, ni caricias, sólo el amor prendido en las cadenas de tus brazos tristes. Te siento en mí y no sé construir tu risa. ¡Si tuviera al menos el suave calor de tu mirada cálida! TRISTEZA VANA Desasosiego, nostalgia, rabia sorda. Te me has ido. Evoco tu recuerdo: instantes locos que me hicieron vibrar. Tu imagen junto a mí, y tú tan lejos… Un misterioso abismo se ha alzado entre ambos. Miedo en mi costado y acaso…¡qué pena! Olvido en el tuyo. No puedo apelar al amor. AMIGO Mantengo vivo tu recuerdo en un rincón secreto de mi alma y a su lado con sonrisas y caricias he sembrado una fuente de agua clara para que reverdezca con frescor y calma. He borrado tu nombre de mi boca. He quitado tu imagen de mi casa. No pudo ser. Se acabó la historia. La vida nos aleja victoriosa, Dejando sólo en sueños tu memoria. Tengo abierta mi ventana a la alegría como me pediste citando a Benedetti y al pensar en ti, como una brisa la sonrisa me acaricia mansamente. Sé que no me necesitas, y me alegro. Ya vivimos la parcela compartida de una hermosa amistad sin compromiso, exultante de momentos y de risas. Que he madurado, observarías si me vieras aunque en el fondo los años no mudaron mis impulsos, mis temores, mi rebeldía, mis ganas de arañar siempre a los días. Ya no hay lazos que nos unan pero pienso, cuando sonríes en el fondo de mis sueños, que la mente, sabia ante el infortunio, te ha dejado como a mí, hechos felices que te atan, hacia el mismo remanso cálido, donde permanecen, los momentos tiernos e intensos que vivimos, Más unidos en el alma que en las manos. Hemos saltado avatares increíbles y a la llama de una vela respirado el aroma dulce del cariño, asomándose atrevido, entre las rejas de los ojos responsables. Sé feliz. No me duele el desván donde me guardas. Igual que una vieja caja de música dormida, cubierta de polvo por el tiempo, ajada y olvidada, sólo espera en un momento de nostalgia, que la abras.TE FUISTE Te fuiste definitivamente. Como se acaba el miedo ante lo irreversible, como se acaba el odio ante la compasión, Como se acaba el olvido… ¿ante qué? Se me ha olvidado. SE ACABÓ Se acabó. Ya no existen ni el antes ni el después, ni siquiera el ahora; Solo la distancia y la ausencia… Nada. TU RECUERDO Tu imagen como un velo evanescente irrumpe en mi memoria y la piel de mi cuerpo y mi garganta, se estremecen recordando la ternura de tus manos. El silencio se llama soledad y aletea perverso en el tictac de los relojes, en el crujir de las maderas, en los ladridos lejanos de los perros. Es en la intimidad de las sombras silenciosas cuando la soledad te golpea en los oídos, extrayendo la sangre de tus venas y la agolpa atropelladamente como una cascada de miedo y tristeza en tu corazón trémulo, desamparado.
AMOR…
Amor,
quisiera contarte
que he encendido el fuego en la casa,
porque algo viva.
Quisiera contarte
que estoy sentada junto a la hoguera
admirando las lucecitas
que juguetean .
Que llueve tras la ventana
y mi alma chorrea
dentro de casa.
Y es que mis penas
son chispitas calladas
que huyen por la chimenea
y soy,
tan mustia y desolada
la ceniza que apaga
la llama larga.
¡MALDITO AMOR!
¡Maldito amor!
Maldito amor que me robaste
lo poco bueno que en mí había.
Maldito amor que despojaste
de mi alma pura la alegría.
¡Garra cruel, solapada miseria!
¡Ingrato germen de desdicha!
¡Oh, maldita fuente de pecado!
¡Amor, maligna huella!
DE NUEVO AQUÍ
Cayó la nieve,
una vez, otra vez, una vez más.
Cayó la nieve,
blanda, pura, suave,
en los mismos campos,
bajo el mismo cielo.
Cayó la nieve,
como caerá tal vez
hasta el fin de los días:
blanda, suave y pura.
Cayó la nieve.
Cayó la lluvia
para esas gentes
que vuelven a sonreír.
De nuevo el sol
estalla en alegría.
Todo vuelve a ser igual.
¿Todo?
¡Oh desdicha!
¿Serán acaso ciertas
las palabras del poeta?
¿Por qué esa nieve
que antaño me hizo bella,
feliz, amada,
hoy, borra mis huellas?
¿Por qué esa nieve
que antaño me hacía suya
hoy no graba mi nombre
en el cristal?
¿Por qué esa lluvia
que rociaba mi alma
como al pobre erial,
hoy me abandona mustia?
Nieva, llueve,
y mi alma se encallece triste y sola.
¿Es tan corto el amor
y tan largo el olvido?
SE FUE
Se fue.
Igual que gira
o deja de girar
el molino multicolor de mi jardín
a antojo de la brisa o vendaval.
Se fue.
Cesó el aliento
que determinó su vida.
Y se paró para siempre
el alegre resonar de su voz.
Se fue.
La brisa sopla tenue en el jardín.
Giran suaves las aspas del molino.
Armónicas vuelven las olas a la orilla.
Se fue.
Su aroma evanescente aletea.
Veo por sus ojos el color de sus flores,
el verde de sus árboles
el azul de su mar.
Gira atolondrado el molino del jardín,
ahora hacia un lado,
ahora hacia el otro, a desgana,
desde que ella se fue.
CANCIÓN TONTA
Cariño, la luna
no quiere salir.
La noche es oscura.
No puedo dormir.
¡Si yo te tuviera!
¡Si tú me quisieras!
Cariño la luna,
no quiere venir.
Me susurra el viento,
y yo sin aliento
me siento morir.
UN PUZLE TIBIO
Me he quedado sola junto a la chimenea.
Mis pensamientos juegan distraídos
hipnotizados y absortos
en el crepitar desordenado
de unos leños a medio consumir.
Las llamas bailan apresuradas.
Mi mente vaga errante
componiendo siluetas
insostenibles para el fuego.
Paz.
Por un instante un leve escalofrío me sobresalta.
Me siento desnuda sin tus brazos.
Despacio me acerco hasta tu cama.
Un olor cálido delata tu reposo.
Como una brisa, me cuelo a tu lado,
bajo las sábanas.
Es sorprendente
como mi cuerpo y el tuyo
encajan,
en un tibio puzle de amor.
CUANDO YA NO ESTÉ
Cuando ya no esté
no sacrifiques flores por mí.
Acércate a la mar
y deja que el sabor salado de una lágrima
se confunda con la brisa del océano.
Esboza una sonrisa tierna
y recuérdame en tus ojos.
Si acaso, tal vez, quieres decirme algo,
espera la calma,
y escríbelo en la arena,
para que sientas
que las olas, suaves como mis besos
te arrebatan las palabras,
haciéndolas suyas, suyas,
para mí, para ti, para nosotros,
en ese tierno vaivén estremecido
que compartimos,
amor.

ECHARLE QUIERO UN PULSO A LA FORTUNA
No me engañan los ojos de la luna
ni el miedo atroz que siento de perderte
ni me asusta la forma de quererte
que no me rinde con defensa alguna.
Jugar quiero con la diosa Fortuna
el derecho a arrebatarle tu muerte.
¡Ojalá que por una vez la suerte
no desdeñe mi hazaña inoportuna!
Hay un algo en mi alma, hay un calor,
que no podrá sofocar ningún pecado
ni podrá domeñar ningún dolor.
Y juro por lo que haya de sagrado,
que solo vivirá por darte amor
mi pobre corazón enamorado.
DIBÚJAME EN TUS MANOS
Ayúdame a quererme
queriéndome en tus ojos.
Dibuja con tus manos
la imagen de mi cuerpo.
Da vida a mi alegría
amándome en tu risa.
Pálpame lento
que sepa que estoy viva.
Dibújame en tus manos:
La imagen hermosa del amor.
¡QUE BONITA ESTÁ LA LUNA!
¡Qué bonita está la luna
tumbadita
mirándose en su lucero!
Una luna grande y bella,
hermosa,
luna de enero.
Así de hermosa me siento
cuando me dices.
¡Te quiero!
TU CORCEL
Volver a ser quisiera
corcel entre tus piernas.
Pasearte por el amplio
placer que tú deseas
ser la luna en tu noche,
tu brisa, tu marea.
Ven. Galopa conmigo.
Te llevo a dónde quieras.
LA MANO
Una mano, tu mano: la mano.
Una mano basta para crear.
Una mano que sube, que baja,
que palpa, que siente, que vibra,
que suda, que tiembla, que vive.
Una mano que siente, que busca,
que ansía, que hiere, que agarra,
una mano que arrastra la vida.
Una mano, tu mano: la mano.
TÚ NO SABES
Tú no sabes porqué lloro,
ni yo porqué no me hablas.
Ha crecido entre nosotros
una imposible muralla.
¡Qué torpes! ¡Hemos dejado
que nos venza la arrogancia!
Yo me he encerrado en mi isla,
tú amurallado en tu casa,
y no hay brisa que recorra
tan endiablada distancia.
Si no derribas tus muros,
no saldré de mi montaña,
y moriremos los dos
prisioneros y sin alma.
ÁMAME ASÍ
Quiéreme suave.
La mar está en calma
y no hay olas bravas que agiten mi alma.
Deja tu huella en la arena
y vendrá la espuma a besarla.
Mírame leve.
El cielo está límpido.
No hay nubes que velen el horizonte
y el brillo del sol
inundará mi pupila de doradas caricias.
Tócame alado.
No hay reproches en mi piel
y la esperanza es nueva.
La caricia de tus besos
abrirá feliz mi boca dormida.
Siénteme libre.
La risa es mi aliada
y no hay secretos que enturbien mi ánimo.
Quédate sólo conmigo:
Un dulce elixir.
DESATINO
Dos, tres, cuatro
¿qué he bebido?
¿no te engañas?
Es bien cierto que mis quejas
quisiera esta noche ahogarlas
y he cogido la botella
intentando destrozarla.
Pero es falso que las penas
mojadas de alcohol se apagan
que resurgen más crueles
cuando nace la resaca.
Tú allí, yo acá
ambos lejos y distantes
sin una palabra mansa
que nos ate.
¡Maldito Cupido que desprecias
una ocasión semejante!
Una tormenta de quejas
se revuelve fiera en mi alma.
Mi boca calla.
Mi ser languidece.
No digo nada. Espero.
La esperanza se acaba.
¡Soy tan fría!
Me estremezco al pensarlo.
Me doy miedo.
Soy tan impenetrable, dura, hosca, fuerte.
Ya ves como callo.
Mi mandíbula se cierra y se aprieta.
Lo más triste….el tiempo pasa.
Lástima.
El silencio me apresa. Soy su víctima.
¡Qué sencillo
sería todo
si hubieras dicho
que me amas!
UN PUENTE
Sé que sólo fui un puente.
Estabas junto a mí, perdido,
sin saber qué hacer con tu destino.
Yo esperé. Observé. Te miré,
y tú aceptaste mi velado mensaje.
Te apoyaste en mí, puente viejo y cansado,
y lograste cruzar, para seguir tu camino.
¡Lástima del puente
que quedó resentido y sólo, y más viejo y cansado!
Pero ¿qué importa ahora?
Lograste avanzar…
Hoy,
algo en el aire me ha traído tu aroma,
y el recuerdo lástima mis frías piedras.
Sé que no debo,
pero quisiera ¿sabes?
desearía volver a verte en la otra orilla,
mirándome,
y entonces, que de un pequeño salto
vinieses de nuevo a mí,
para estremecerme bajo el leve peso de tu cuerpo
y sentirte mío, sólo mío,
compartiendo entre ambos un segundo…
AYER
Ayer, misterio:
se me rompió el corazón en mil pedazos
y al intentar rehacerlo, compasiva,
leí tu nombre, y comprendí el mensaje.
TUVE MIEDO A TUS OJOS
Tuve miedo a tus ojos,
al calor de tu mirada,
a tus manos ansiosas,
a tus sonrisas cálidas.
Tuve miedo al ardor
que turbaba mi alma.
Me negué.
No supe navegar contigo.
Pero el amor a las olas
se empozó en mi alma
doliente, como una herida
abierta, que aún espera….
TE ME ESTAS YENDO
Te me estas yendo como la tarde
suavemente, como acaba el día.
Aquel amor, nostalgia sin nombre
se me empozó en el alma
apenas sin vivirlo.
Se desgrana el olvido
como un rosal marchito
pero sigue doliente, muy dentro,
el último rayo de sol.
DIME PORQUÉ
Dime porqué si no fue el amor
persigo incesante tu recuerdo.
Dime porqué, aún hoy, a solas,
debo aprender porqué mi alma
se desvanece ante tus ojos.
Si ayer no fue nada, y el hoy es nuevo
¿por qué sigo entonces ,
echándote tanto de menos?
JIRONES DE RECUERDOS
Dibujo tu imagen
sobre el mar en calma,
pero se desdibuja el recuerdo
en las olas mansas.
Pasó la tormenta.
El sol sonríe tibio
entre las nubes blancas.
Hace frío. La brisa
extrae de mi cuerpo
sinfonías bellas
llenas de esperanza.
TAN DIFÍCIL
Tan difícil
como predecir una tormenta
en un cielo de verano.
Tan difícil admirar el arco-iris
sobre el mar embravecido.
Tan difícil
ignorar el volcán que se desata
por los ojos de quien ama.
MI TIEMPO
Ayer soñé ser dueña de las horas
y jugué a mi antojo
con los breves momentos que viví contigo.
Me dejé abrazar mil veces por tus brazos
en un tiempo nuevo, fuera del destino.
Me perdí en tus ojos como una gaviota
que toma suave una corriente cálida.
De tus manos grandes recogí la dicha
que sólo sentí en momentos fugaces.
Me enrolé en tus brazos como una caracola
y sentí el frescor del mar en tu risa.
Y detuve el tiempo un instante largo,
y me dormí así en una alborada
mía, etérea, intangible, irreal, soñada.
RETAZOS
I
¡Qué solos estamos!
Yo en mí.
Tú en ti.
¡Únicamente reproches
y frialdad para arroparnos!
Y silencios….
Sin miradas…
¡Pena honda!
II
Desánimo en el alma
Y frío en las palabras.
Como dos náufragos
agonizantes en la desidia
de nuestras pobres ansías.
III
Casi sin darme cuenta
He dejado de quererme.
¡Pobre!
IV
Una tormenta de quejas
revuelve fiera en mi alma.
Mi boca calla.
Mi ser languidece.
No digo nada.
Espero.
La esperanza se acaba.
V
Frialdad.
Soy dura, tosca, fuerte.
Impenetrable.
Y callo.
El tiempo pasa.
Lástima.
Me apresa. Soy su víctima.
¡Qué sencillo sería todo
Si hubieras dio que me amas!
VI
Te siento.
Cuando estas cerca te tengo.
Si no estás, permaneces en la huella de mi almohada,
en el olor de tu aroma que se expande por la casa,
en los detalles simples, por los que te echo de menos,
en tu ausencia, que late como un corazón vivo,
en el mío que te añora.
en los recuerdos…
TE FUISTE
Te fuiste definitivamente.
Como se acaba el miedo
ante lo irreversible,
como se acaba el odio
ante la compasión,
Como se acaba el olvido…
¿ante qué?
Se me ha olvidado.
SE ACABÓ
Se acabó.
Ya no existen
ni el antes
ni el después,
ni siquiera el ahora;
Solo la distancia y la ausencia…
Nada.
TU RECUERDO
Tu imagen como un velo evanescente irrumpe en mi memoria
y la piel de mi cuerpo y mi garganta,
se estremecen recordando la ternura de tus manos.
El silencio se llama soledad
y aletea perverso en el tictac de los relojes,
en el crujir de las maderas,
en los ladridos lejanos de los perros.
Es en la intimidad de las sombras silenciosas
cuando la soledad te golpea en los oídos,
extrayendo la sangre de tus venas
y la agolpa atropelladamente
como una cascada de miedo y tristeza
en tu corazón trémulo, desamparado.