Tiempo para soñar
¡Cómo estaban cambiando las cosas! Antes –pensaba Irene – el mundo giraba en torno al dinero. Los padres siempre estaban
¡Cómo estaban cambiando las cosas! Antes –pensaba Irene – el mundo giraba en torno al dinero. Los padres siempre estaban
DESCUIDO Con el mismo extraviado descuido con que besan las olas la arena, o el arbitrario desorden con que corretea